La Fed bajó la tasa 25 pbs, de 4,50% a 4,25% pero dio señales de que adoptará una postura menos dovish. Anticipó sólo dos recortes más de la tasa, en contraste con los cuatro previstos anteriormente. La previsión de condiciones financieras menos laxas lastimó a los activos, con el S&P 500 cayendo 2,9% el día del evento. A su vez, el mayor diferencial de tasas priceado versus el resto de las economías impulsó la tasa de los Treasuries, saltando el de 2 años de 4,23% a 4,33%. El DXY se fortaleció 1,24% desde la decisión.